Esta trona es un encargo privado para resolver una necesidad específica: una silla alta y segura para un niño de 2 años que comerá en una barra de 90 cm de alto, por lo que el asiento debe situarse a 70 cm del suelo, algo inusual en este tipo de muebles.
Propusimos una estructura reticular fuertemente inspirada en el mobiliario de Donald Judd. Buscamos una estructura con un fuerte carácter estructural que garantiza la seguridad en uso y tenie una imagen singular. Para nosotros es importante la presencia que tienen los objetos en el espacio cuando no están en uso y con esta estructura obtenemos una construcción bella y equilibrada.
La estructura crece en dimensiones en la parte inferior para evitar el vuelco, cuenta con apoyabrazos, reposabrazos, respaldo cóncavo y se eliminan las aristas del listón frontal donde apoyan las piernas para asegurar el confort.
Utilizamos fresno macizo y cuero curtido al vegetal color avellana, una de nuestras combinaciones favoritas. Las uniones entre las distintas piezas se realizan a tope con espigas internas que garantizan encuentros sólidos y duraderos.
Además, la silla debe responder a otro requerimiento: que pueda ser usada durante varios años, por lo que debe ser posible extraer los elementos de seguridad para adaptar la silla al uso de un niño mayor.
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