Nos contactaron Miguel y Naara desde Santander, con una idea muy clara de lo que estaban buscando para su nueva casa. Necesitaban una pieza que dividiera un espacio generando por un lado un recibidor y por otro un salón, sin que la división fuera completamente opaca.
Nos presentaron un esquema primitivo de cómo se imaginaban este mueble y desde el primer momento nos pareció muy acertada la idea y la línea general de la pieza. En base a este primer esquema ofrecimos varias propuestas y se decantaron por un esquema formado por un sólido y contundente basamento sobre el que descansa la estructura reticular la estantería.
En este caso la experiencia fue muy gratificante para nosotros, porque los clientes tenían un criterio muy definido y estaban atentos a los detalles. No sólo a los detalles constructivos de la pieza, sino a cómo estos afectan a la percepción espacial. Siendo así, el desarrollo del proyecto es muy comentado y la cadena de mails que implica es larga, pero tiene la recompensa de que trabajas sabiendo que el cliente apreciará cada uno de los detalles de la pieza.
Decidimos construir la pieza en dos bloques: basamento y estantería, por lo que la instalación era muy sencilla, aún así decidimos viajar hasta Santander para hacerla personalmente y nos sirvió como excusa para conocer personalmente a los clientes, uno de los grandes placeres de nuestro trabajo.
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